miércoles, 23 de mayo de 2012

El documental se mueve

Queremos informarles lo siguiente y esperemos que se proyecte en la Nueva Caledonia éste año.

Bonjour
Nous avons bien reçu le DVD  "Música para después de un asalto/Samuel Guzmán Cuevas, Juan Felipe Guzmán Cuevas. Je vous en remercie. Vous serez informé avant la fin du mois de juillet de la sélection du Festival..
Cordialement.

Hello

Anûû-rû âboro team has received the dvd : "Música para después de un asalto/Samuel Guzmán Cuevas, Juan Felipe Guzmán Cuevas. We thank you very much. We’ll inform you before the end of July about the festival selection.
Best regards

 Jean-François Corral
délégué général du festival ânûû-rû âboro
BP 581
98860 Koné
New-Caledonia
www.anuuruaboro.com
info@anuuruaboro.com

Proyección en el CERESOVA


El que oye de más y el descaro de ser  piedroso.

El encuentro fue en el centro escolar del CERESOVA “El Oro”, ante la escolta de esa prisión que daba vueltas y vueltas, la conversión a la izquierda simplemente no podían ejecutarla, repetición tras repetición, 18 pasos, 21 pasos para poder hacer 180 grados no podían realizar, hasta les mentaron la madre a los abanderados cuando solo hay uno, pero, la función del que mienta la madre es que debe de tener consideración por las progenitoras de los demás, entonces estructurar la frase en plural y así abarcar a los seis que conforman la escolta, todos eran abanderados, y respondieron con un chingue su madre los chimuelos, tres reincidentes y tres primodelincuentes discutían en cada vuelta con el sol de las cuatro de la tarde, el Orejas llevaba a cabo un monólogo de sus tres estancias en prisión  desde los 15 años seis meses a los treinta que en ese momento tenía y lo que espera de los nueve que le faltan por compurgar.

Artesano de cana, lenguaraz, se nota que tiene acceso a libros dentro de la prisión, y maneja un discurso formado por frases cortas, rápidas y convincentes de los que son adictos a la piedra o a la cocaína, los que he conocido dentro y fuera de los penales tienen la habilidad de convencer rápidamente a los que interpelan para comprar la siguiente dosis y no claudican en el intento de conseguir lo necesario para la fumada en el dormitorio después de la lista de las siete de la noche, ya que se han cerrado los cantones y todo se vuelve silencio y miradas campaneando el pasillo.

Las Charrascas.
Son heridas que los internos de los tutelares de menores se hacen con navajas de rasurar, desmadramos la navaja y ¡zaz! Dos, tres o cuatro tajadas en las muñecas, los hombros o entre la clavícula y el hombro nos damos, después para que se nos hinche la piel agarramos el chicharrón, la jerga con la que se limpia el suelo del cantón o una camiseta y después de hacer la fagina, de limpiar toda la marranada y la mierda de todos o de hacer el mostruo nos tallamos las heridas para que se nos infecte, día tras día después de hacer la limpieza nos tallamos la herida, entre más se vea hinchada y purulenta será mejor porque después de que te cicatrice te queda así, levantada. Yo solo me hice dos, hay chavos que se hacen tres o cuatro en cada brazo, o en el antebrazo depende del tutelar de donde vengas, ya cuando pasas a la grande te identifican con eso y es signo de respeto entre los otros corregendos y para los internos más grandes.  

De los dos años y medio que pasó en el tutelar de menores de San Fernando aprendió a tejer las llamadas corregendas y tapetes, pulseras con banderas de cualquier país, nombres, y saliendo se la llevo un rato por la dere vendía en la calle de Regina en el centro de la ciudad, trato de vender en la plaza de Coyoacán pero los mismos artesanos una vez lo encañonaron y le dijeron que no podía vender ahí, por eso se fue al centro y ahí lo iban a buscar para que enseñara como tejer.

La segunda ocasión que cayó a Cana llegó al Reclusorio Oriente sólo estuvo tres días, en chinga salí, no hubo mayor bronca, rápido, sin pedos.
Ya la tercera fue que caí al Reclusorio Norte, (RENO) conocí al Ballena, estábamos en el mismo dormitorio, en diferente cantón y ahora me trasladaron aquí,  siempre he sido rata, he sido muy descarado, me dejo crecer el cabello porque si lo trajera corto se ve mi cabeza como una piñata, toda llena de cicatrices, dejé de robarme las cosas cuando me dieron una madriza pero que no me creerías como salí vivo de ahí de ese dormitorio después de que todos los de un cantón me pusieron en mi madre, fue así:
Un día me robé cinco mesas, de esas que ponen en las estancias o en los patios a un lado de las cabañas los días de visita, nada más campaneé si no había nadie que me estuviera viendo y ¡órale! cinco mesas me jalé, sin bronca, con eso durante una semana y media estuve bien enfiestado, ya sabes fumándomela, se tardaron mucho en dar conmigo, pero fui al mismo dormitorio de los que eran los dueños de las mesas y ahí llegando a la tienda después de comprar unas piedras, llegaron los de ese cantón a quienes pertenecían y me preguntan tu eres el fulano de tal, de tal dormitorio, pues sí soy yo, pues te vamos a poner en tu madre porque nos chingaste unas mesas y seguro ya todo te lo fumaste,  que me meten a su cantón ¡ya estas! madrazos, me patearon, no quedaba otra más que acurrucarse y aguantar… me desnudaron, me dieron unos toques eléctricos, unos cinchazos, otros tantos azotes con cables de luz, todo mi cuerpo estaba entumecido, estuvo morado por tres semanas, me fracturaron unos dedos de la mano, el antebrazo, me metieron a un tambo, me dieron unos tablazos en las nalgas (me aplicaron el cuatro nalgas), después de toda la madriza que me acomodaron me dijeron, toma ponte esta ropa, lávate la sangre, deja tus cosas aquí y te vas a la verga. Después de la madriza que me dieron no supe cómo salí caminando de ahí, apenas llegué a mi cantón casi a rastras y me dormí en el camarote, pasaron la lista y no me desperté, pues por no estar en la lista me mandaron al apando durante quince días, han sido de los peores días de mi vida en la cana, madreado, sin visita, fracturado, morado, no podía moverme, parecía que me iba a morir. Después de eso no he vuelto a robar nada. Salí de esa y bueno ahora trabajo en otras cosas, engrapo gramos, limpio un poco de mota y también la pongo en dosis para un churro o dos, limpio el salón de aquí del centro escolar… se hacer cosas y se las doy a vender a otros para después que me caiga una moneda ya sea que la utilice para comprarme una piedra y pasar la noche, tranquilo en mi camarote, sin pedos.   

Siempre hasta la madre he cometido los delitos por los que he estado acá adentro, robo, homicidio e intento de homicidio…

Pasaron unos minutos más y antes de que terminara el documental le pregunté si le podría encargar unos tapetes y una corregenda, que a finales de mayo se las mandaba pagar con el papá del Tonz una de San juditas con los colores verde y blanco y otra solo tejido con los colores blanco y rojo, contesto, simón, no hay pedo, ya sabes, me va a servir para darme unas piedras por unas noches y pasarla tranquilo, aquí hay que ir día con día, no sabes si tendrás para mañana varo para darte un jale…